El
ministro de Educación, José Ignacio Wert, ha anunciado a los rectores
que el examen de inglés oral en las Pruebas de Acceso a la Universidad
se retrasa hasta el curso 2015/2016. Desde que se cambió la Selectividad
por las Pruebas de Acceso a la Universidad, que contemplaba la
posibilidad de realizar a corto plazo este examen oral, los rectores han
mostrado su inquietud, ya que no veían posible examinar a miles de
alumnos en un margen de tiempo prudencial con el profesorado disponible.
La falta de financiación para contratar a más profesores es uno de los
motivos de esta decisión.
Los alumnos de Bachillerato tienen dos años más de margen para
enfrentarse al examen oral de idioma en las Pruebas de Acceso a la
Universidad (PAU). El ministro de Educación, Cultura y Deporte confirmó
anteayer a los rectores que, al menos, hasta el curso 2015/2016 no será
obligatorio calificar el dominio oral del idioma de los aspirantes a
universitarios. En realidad, esa era una larga batalla que los rectores
tenían entablada con el ministerio desde que, en el curso 2010/2011, se
puso en marcha el nuevo modelo de PAU con la incorporación de una prueba
calificatoria del nivel oral del idioma.
Desde entonces, los vicerrectores de Estudiantes defendieron ante
todos los titulares del ministerio lo mismo que los rectores mantuvieron
ante el Consejo de Universidades: la imposibilidad de examinar a miles
de alumnos en un margen de tiempo prudencial con el profesorado del que
disponían. «Es que, además, ahora el noventa y pico por ciento de los
estudiantes son de inglés, lo que quiere decir que la mayor parte de los
examinadores tendrían que ser de Filología Inglesa y ni nosotros ni los
centros de Bachillerato tenemos personal suficiente», explicó ayer el
rector de la Universidad de Oviedo.
Aliviado por la noticia facilitada por José Ignacio Wert, Vicente
Gotor señaló que, independientemente de la complejidad organizativa que
conlleva examinar uno por uno a miles de estudiantes en un plazo de tres
días en los que se siguen celebrando otros exámenes, «el problema
también es de financiación, porque no podemos contratar profesorado y
con el que tenemos es impensable abordar ese modelo de calificación
oral».